Las enfermedades de la mente humana obliga a la carne a cometer los actos más atroces y crueles, cuando esto pasa no hay fuerza capaz que detenga esa ansiedad por satisfacer esas necesidades que desde luego solo puede caber en la cabeza de un depravado mental.
Triste y dolorosa es la historia que esta niña vivió el infierno por lo que le hizo quien un día la engendraría. Pedro (Nombre Protegido) es el presunto culpable de un delito que en nuestros días se vuelve cada vez más frecuente y preocupa a la colectividad debido a que muchos de ellos quedan impunes y no son juzgados por el delito, en este caso atentó contra su propia hija de muy corta edad, luego de llegar del trabajo y poseído por la bebida.
Se cree que por la noche aprovecho para su fechoría y se marchó al día siguiente sin cargo de conciencia dejando casi sin vida a su pequeña hija. Más tarde cuando reaccionó ella recurrió a socorro siendo atendida por una de las personas que habitaba cerca, era evidente el maltrato que recibió la niña y se veía claramente las huellas de un cable eléctrico en torno a su cuerpo, los golpes se le fueron proporcionados seguramente por intentar resistirse al abuso de su padre.
El vecindario se encontraba indignado por la monstruosidad del caso y dieron parte a las autoridades judiciales las cuales asistieron al lugar pero al no dar con el paradero del culpable se dirigieron discretamente al lugar donde laboraba, pero tampoco lo encontraron, por desgracia se dio a la fuga y hoy las autoridades piden ayuda a todos que ayuden a identificarlo y hacer rendir cuentas.
La niña en total desamparo fue trasladada a una casa de salud para ser tratada por especialistas y posteriormente someterse a un proceso de recuperación física y psicológica. Si crees que debemos parar con este tipo de actos, ayúdanos a difundir esta historia.
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